domingo, 8 de junio de 2014

DEVOCIÓN AL ESPÍRITU SANTO



ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

¡Oh, Espíritu Santo, alma de mi alma, te adoro! Ilumíname, guíame, fortaléceme consuélame, transfórmame: dime que debo hacer, dame tus órdenes. Te prometo someterme a todo lo que desees de mí y aceptar todo lo que permitas que me suceda; hazme tan sólo conocer tu voluntad 


ORACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA PARA PEDIR 
ALGUNA GRACIA AL ESPÍRITU SANTO 

Oh, María, Hija humildísima del Padre, Madre purísima del Hijo, Esposa amadísima del Espíritu Santo! Yo te amo y te ofrezco todo mi ser para que lo bendigas, ¡Madre admirable!, Consuelo del que llora, Abogada dulcísima de los pecadores; ten piedad de todos aquellos a quienes amo; y por tu Inmaculado Corazón, Sagrario de la Santísima Trinidad, Asiento de tu poder, Trono de Sabiduría y Océano de bondad, alcánzanos que el Espíritu Santo forme en cada uno de nuestros corazones un nido en el que repose para siempre. 

Alcánzame lo que con todo el fervor de mi alma te pido por los merecimientos de JESÚS y los tuyos, si es para mayor gloria de la Trinidad Santísima y bien de mi alma. ¡Virgen Santa, Esposa del Espíritu Santo, acuérdate de que eres mi Madre! Amén. 

(Tres Avemarías a la Santísima Virgen) 


SIETE VENTAJAS PRECIOSAS PARA EL QUE HA HECHO LA PROMESA DE 
PROPAGAR LA DEVOCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO 

1. Se crea un lazo de amor entre nuestra alma y la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. 

2. Un aumento notable de todas nuestras devociones, especialmente a la Sagrada Eucaristía, al Corazón de JESÚS y a la Stma. Virgen. 

3. Una seguridad de recibir en el alma más inspiraciones del Espíritu Santo y la fuerza para ponerlas en práctica. 

4. Procurar, de una manera excelente, la gloria de Dios, trabajando cada día en hacer conocer y amar al Santificador de las almas. 

5. Trabajar muy especialmente por el advenimiento del Reinado de Dios en el mundo por la acción del Espíritu vivificante. 

6. Ser verdadera y prácticamente Apóstol del Espíritu Santo. 

7. Atraer sobre el alma auxilios espirituales del Espíritu Santo; más íntima unión con Dios por medio del Santificador; mayor progreso en la oración mental; más consuelo, y hasta alegría, en la hora de la muerte después de tan sublime apostolado. 

(El invocar a menudo al Espíritu Santo es prenda segura de acierto y ayuda en nuestros problemas y necesidades espirituales y temporales). 


CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO 

Recibe, ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que te hago en este día para que te dignes ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el Amor de mi corazón. 

Yo me abandono sin reservas a tus divinas operaciones y quiero ser siempre dócil a tus santas inspiraciones. 

¡Oh, Santo Espíritu, dígnate formarme con María y en María según el modelo de vuestro amado JESÚS. 

Gloria al Padre Creador; Gloria al Hijo Redentor; Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.

(Un Padrenuestro).