miércoles, 16 de julio de 2014

MILAGROS Y PRODIGIOS DEL SANTO ESCAPULARIO DEL CARMEN - 27


PRODIGIO EN MÉJICO CON UN PRÓXIMO PARIENTE DEL VIRREY

Por los años de 1610, en Méjico de la Nueva España, don Tristán de Arellano, próximo pariente del Virrey, quien le había encomendado el gobierno de ciertas poblaciones de La Laguna, viniendo de ellas a Méjico con otras varias personas en una canoa, les sobrecogió de repente un recio huracán, que levantando imponente oleaje volcó la embarcación, cogiendo a todos bajo ella, por lo cual perecieron ahogados todos los tripulantes y entre ellos varios religiosos, quedando con vida, únicamente, don Tristán de Arellano, el cual, al ver cómo se hundía, acudió al punto, con gran fe, a nuestra Madre Santísima del Carmen, cuyo Santo Escapulario vestía con gran devoción desde muy niño, por cuyo medio esperaba el ser socorrido y salvado por nuestra Señora.

Y, en efecto, manifestó haber estado bajo el agua más de media hora, en la cual, lleno de aflicción y congoja estrechaba contra su corazón el bendito Escapulario de María, haciendo innumerables promesas a la Santísima Virgen si le sacaba con bien de tan terrible trance.

Por fin, tras larga espera de luchar con el viento y el agua, que a él se le antojaran siglos, acudiendo varias canoas en su auxilio logró al fin su deseada salvación, hallando, con gran estupor suyo y de sus salvadores que, aunque todos sus vestidos estaban empapados, el Santo Escapulario permanecía enjuto. Tan luego como logró hallarse en tierra firme, voló al convento de los Carmelitas y, postrado ante el altar de la Virgen, hizo promesa de abandonar el mundo y consagrarse a la Santísima Virgen como hermano de obediencia para rendirle toda su vida perennes acciones de gracias a la Madre dulcísima que le librara de una muerte temporal y eterna mediante su milagroso y bendito Escapulario.

Milagros y Prodigios del Santo Escapulario del Carmen
por el P. Fr. Juan Fernández Martín, O.C.