martes, 4 de agosto de 2015

DATOS QUE REVELAN EL PREOCUPANTE ASCENSO DEL YIHADISMO EN ESPAÑA




El 71,6% de los terroristas islamistas en España se radicalizaron dentro del territorio nacional.
Normalmente son chicos jóvenes que entran en contacto con los radicales en mezquitas, pequeños locales comerciales o centros penitenciarios.


España tiene un nivel alto de amenaza en estos momentos respecto al terrorismo islamista, es más, “hay una elevada posibilidad de que pueda producirse un atentado en España o contra los intereses españoles en el extranjero”, advierten los expertos de las fuerzas de seguridad.

Coinciden con los especialistas de instituciones como el Real Instituto Elcano, que en un informe reciente precisan que “después de Francia, España el país más agresiva e insistentemente mencionado por los líderes islamistas”. Se refieren a líderes como el español Setmarian, uno de los principales referentes ideológicos en la estrategia global de Al Qaeda, o el egipcio Ayman Al Zawahiri, el jefe de la organización desde la muerte de Osama bin Laden.

En los últimos años, en España ha crecido el número de radicales islámicos. Actualmente, hay más de 120 yihadistas españoles en el conflicto de Siria. Tras la subida de la alerta terrorista, muchos se preguntan cómo puede llegar alguien a convertirse en un radical.

Perfil de los radicalizados en España

El 71,6% de los terroristas islamistas en España se radicalizaron dentro del territorio nacional. “En este sentido cabe afirmar que, al margen del origen o la nacionalidad de los individuos afectados, la radicalización yihadista es en nuestro país, a lo largo del período de tiempo considerado, más un fenómeno autóctono”, asegura Fernando Reinares, experto en terrorismo en el Real Instituto Elcano. Sin embargo, los que se radicalizaron fuera de España, lo hicieron principalmente en Argelia (39%) o Paquistán (30%).

Por otra parte, en España el inicio del proceso de radicalización yihadista suele comenzar en la juventud, es decir, cuando se considera que las personas atraviesan por estadios previos a la madurez adulta durante los cuales son relativamente más vulnerables a la influencia tanto de otros individuos relevantes que propagan ideologías extremistas.

Lugares de radicalización

Los lugares más comunes donde se produce ese proceso de radicalización son normalmente mezquitas, prisiones y centros de reunión (cibercafés, locutorios, carnicerías halal, gimnasios, teterías, etc.) o espacios de vulnerabilidad (centros de acogida, de enseñanza, de asistencia social, etc.). En los últimos años también destaca especialmente el uso de Internet y las redes sociales para hacer llegar su mensaje, y promover conductas radicales y violentas. Importa subrayar que estos distintos ámbitos de radicalización yihadista son compatibles, por lo común complementarios y en modo alguno excluyentes entre sí.

De esta manera, los centros penitenciarios fueron ámbito de radicalización para al menos un 17,3% del conjunto de los yihadistas españoles. “El hecho de mezclar a yihadistas con presos comunes, no ha favorecido en absoluto la prevención de la radicalización. Muchos chicos que entran en la cárcel por hurtos, por ejemplo, provienen de entornos marginales y ven en el salafismo extremista una solución a sus problemas”, explican fuentes penitenciarias.

Además, los pequeños locales comerciales tales como peluquerías, tiendas de ropa o alimentos, restaurantes y locutorios, normalmente situados en un mismo barrio, constituyen ámbitos de radicalización y reclutamiento particularmente relevantes. En el barrio madrileño de Lavapiés, por ejemplo, confluyeron entre finales de los años 90 y principios de los 2000, una serie de negocios próximos entre sí, controlados por yihadistas o simpatizantes, por donde se movían individuos capaces de iniciar o intensificar la radicalización de jóvenes musulmanes asiduos de la zona.

Por otro lado, entre los lugares de culto islámico que, en España, han sido utilizados para detectar a individuos susceptibles de radicalización ideológica, se encuentran el Centro Cultural Islámico y la popularmente conocida como mezquita de la M-30, la Mezquita de Abu Bakr asimismo en Madrid o el oratorio de Tarek bin Ziyad en Barcelona.

Estas mezquitas organizan a menudo excursiones y reuniones de cariz familiar o actividades deportivas grupales celebradas en espacios al aire libre, normalmente alejados de entornos urbanos. “Por ejemplo algunos parajes situados a las orilla del río Alberche, no lejos de Madrid, fueron ámbitos utilizados a menudo desde 1995 por Imad Eddin Barakat Yarkas, líder de la célula de Al Qaeda en España, para estimular y desarrollar procesos individuales de radicalización yihadista entre sus seguidores”, explica Fernando Reinares.

Hoy, más que nunca, tienen sentido las palabras del Ministro de Interior español: “Planes como los de la Unión Europea para la prevención de la radicalización tienen especial sentido hoy en día. Es importante hacer un esfuerzo en prevención, cooperación y colaboración internacional. Un esfuerzo en el que España quiere jugar un papel protagonista en Europa impulsando medidas que creemos esenciales para hacer frente a esta forma de terror”